La alacena de la abuela, otra vez en casa
Esta maravillosa pieza estuvo olvidada durante años en el trastero hasta que sus dueños quisieron volver a disfrutar de ella. El mueble llegó al taller muy deteriorado pero aún se adivinaba la prestancia que tuvo antaño. Sus dueños me dieron en este caso carta blanca y nisiquiera revisaron mis bocetos, aunque si tuve en cuenta el lugar donde iba a ser colocado: una cocina en tonos grises, en donde la alacena de la abuela destacaría por su calidez tonal. Originalmente, sobre la encimera iba colocado un espejo que cambiamos por una nueva plancha de madera para así disponer de una mayor supercie de color y diseño.
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