Un escaparate en el taller
Creo que cuando tienes un local de cara al público donde trabajar y exponer tus obras, debes mimarlo y renovarlo con las últimas ideas, que a su vez puedan servir de inspiración a tus clientes. Este mural corresponde a uno de estos trabajos.
Sin ningún tipo de restricción creativa y con todas mis paredes en blanco me puse manos a la obra con un mural absolutamente libre que vistiese el escaparate de mi taller. Puesto que pocos días antes había pintado todo el espacio de un blanco totalmente neutro decidí darle color al diseño y disfrutar de su llamativa mezcla.
El mural, acompañado de una cortina de cristales serigrafiados no pasaba desapercibido y realmente era de lo que se trataba. Era una manera de mostrar en mi escaparate las inmensas opciones creativas que existen a la hora de personalizar cada trabajo.
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